Introducción al impresionismo

| |

El impresionismo es un movimiento que surgió en el siglo XIX, específicamente comienza en Francia, cuando aumenta el interés de parte de los artistas por la luz, sus problemas y lograr capturarla para aplicarla a la pintura.

Los pintores comienzan a pintar lo que ven y las sensaciones que perciben en ese momento, con lo que acostumbran a pintar al aire libre y en el momento para lograr una representación más espontánea y directa. La curiosidad por la luz es clave, ya que, no se considera que las cosas tengan color propio sino que es la luz la que lo engendra y brinda los tonos y matrices que percibe el ojo humano.

Hay ciertas actitudes interesantes por parte de los artistas impresionistas, como el desuso en su totalidad del negro, así que hasta las sombras tiene cierto grado de claridad por los reflejos y efectos atmosféricos de la luz. También es interesante observar la utilización de los colores complementarios para lograr los efectos luminosos, así para la sombra de algún elemento amarillo, por ejemplo, se empleaba el morado, o para verde se utilizaba el rojo, etc.

También se acostumbraba a aplicar separadamente los colores en el lienzo y no mezclarlos en la paleta, por eso los impresionistas se limitaban a los colores del espectro solar (azules, rojos, amarillos y violetas).

Fue en definitiva un cambio en la percepción de la realidad que se poseía en la época y fue muy chocante al inicio para los espectadores y críticos que estaban acostumbrados a otro tipo de pintura, tanto así que el nombre Impresionismo surge como una burla o comentario irónico por parte del crítico Louis Leroy al ver la obra de Monet “Impresión atardecer”. Juzgando la “impresión” que causaba la pintura pero desde un punto negativo y despectivo.

Un movimiento que escandalizó al público pero logró ampliar los horizontes y considerar nuevos elementos desde diversas perspectivas para lograr una obra justificable y hermosa con gran movimiento y textura.



Surgen diversos cambios ante la técnica del Impresionismo:

· El paisaje se convierte en el tema principal de las pinturas, al ofrecer todos los elementos que les interesaba a los artistas impresionistas: el encuentro con la luz, al aire libre, el contacto con la naturaleza… que promovía un juego con los tonos y matices al ir cambio la luz del día con el paso de las horas. Aunque igual existe un interés específico por escenas de interiores, por ejemplo Degas.

· Color: como ya se expuso se elimina el negro lo que brinda un escenario que posee más claridad y se utilizan los colores puros y no tanto la mezcla producida en la paleta.

· Perspectiva: se produce una ausencia de perspectiva, que era un elemento trascendental en la pintura clásica, donde las figuras dentro de la composición debían respectar un punto de fuga. Se da una tendencia a una pintura plana y bidimensional donde los colores pasan a ser primordiales y no la proporción, armonía y perspectiva.

· Pincelada: dentro de las nuevas técnicas del Impresionismo está la utilización de una pincelada más marcada y fuerte, cargadas de material pictórico donde se percibe mejor la degradación de colores más dividida y no como una transición suavizada por el pincel.

· La línea: el contorno cerrado y la línea para perfilar los objetos o figuras no son de gran interés para los impresionistas, que intentan, con la utilización de los colores y matices, sugerir la forma de los objetos y la distancia.


No hay comentarios:

.